- Nuevo
Estos pendientes celebran la imperfección como forma de belleza.
Dos piezas de latón martillado se enlazan con un movimiento sutil, reflejando la luz en cada textura irregular.
Los cristales en tono cobrizo se integran como pequeñas constelaciones sobre el oro, aportando calidez y un brillo sereno. Una joya que equilibra fuerza y delicadeza.
Elaborados en latón de alta calidad, chapados en oro de 24 y 18 quilates, con acabado martillado artesanal que acentúa su textura orgánica.
Cada pieza incorpora cristales checos en tono marrón cobrizo, cuidadosamente engastados a mano.
Se recomienda evitar el contacto con perfumes, cremas, jabones o agua.
Para conservar el brillo, límpialos con el paño suave incluido junto a la joya.
- Composición
- chapados en oro de 24 y 18 quilates